¡QUÉ LECHES!

Durante la tarde de ayer, lo que para muchos de nosotr@s, en caliente, y con la ayuda de Dios, el gestor del SAE y "San Google" en medio, supo como un trago de mala leche, más tarde y en frío supuso una luz para dar respuesta a tres grandes enigmas:

1.- Qué son los "estilos de aprendizaje".
2.- Por qué hay tantos "modelos" que explican cada uno de estos estilos.
3.- Cuál es el mejor de ellos.

Entendemos que el aprendizaje es algo así como transformar el "cacao" que deposita la "cuchara" en cada uno de nosotros (que somos ¡la leche!) para obtener como resultado, un rico batido de chocolate. ¿Cómo? Según el modelo que empleemos para hacer el "batido":

a) Un batido activo: en el que la leche demanda a la cuchara la cantidad necesaria de cacao que necesita en cada momento.


b) Un batido reflexivo: en el que la leche asume con agrado el cacao que ofrece la cuchara y, observa el resultado para extraer sus propias conclusiones.


c) Un batido teórico: en el que la leche necesita saber de antemano, la cantidad exacta de cacao, su procedencia y calidad, para obtener consecuentemente, un batido lo más homogéneo posible.


d) Un batido pragmático: en el que a la leche no le importa realmente el batido, sino que disfruta con el proceso de elaboración del mismo.

¿Cuál es el mejor modelo, o lo que es lo mismo, cuál es la mejor forma de hacer batido?

Ninguna. Hay tantas formas de "hacer batidos", como leches te dé el mercado.

"Asinque"... leches enteras, desnatadas, semidesnatadas, enriquecidas con calcio o soja... coged vuestro cacao y no tardéis en "aprender a enseñar a hacer batido de chocolate" que ya nos recordó el gestor del SAE, que en Andalucía no hay vasos para todos... exactamente siete mil, espero que ésto no nos corte la leche.

¡Leches! ni tampoco olvidéis introducir el "login" y la "clave" en el SEVAL, que la caducidad de vuestras leches "seva" en diez días después de terminar. Ni tampoco olvidéis solicitar vuestro "certificado de profesionalidad" o en su defecto, que certifiquen como "unidad de com-pe-ten-cia" vuestro cacao original.

"Asín" ha sido, y "asín" se lo hemos contado.